A veces, las alergias alimentarias pueden parecer invisibles, ¿verdad? Nadie lo nota hasta que te enfrentas a una reacción, hasta que tienes que leer cada etiqueta mil veces o evitar lugares comunes como un simple restaurante. Pero hay algo más que también pasa desapercibido: el impacto en la salud mental. Y eso también es real.
🤯 La ansiedad de no saber si algún alimento podría causar una reacción, la preocupación constante de las mamás (y papás), la carga emocional de sentirse diferente o limitado… Todo esto suma. Y lo peor es que como no se ve, mucha gente no lo valora ni lo entiende. A veces nos sentimos juzgados por ser "demasiado exagerados" o por "preocuparnos tanto". Pero lo que no saben es que estamos haciendo lo mejor que podemos para proteger a nuestros hijos.
👉 No es solo una cuestión física. Vivir con alergias alimentarias impacta en cómo nos sentimos cada día. Y es agotador, tanto para los niños como para los padres. Hay días en los que parece que todo está bajo control y días en los que todo es un caos. Y eso también está bien, porque no somos perfectos.
Lo que quiero decir con esto es que tenemos derecho a sentirnos agotados, agobiados o incluso asustados. No somos superhéroes, somos humanos. Y está bien pedir ayuda, hablar de lo que nos preocupa y reconocer que a veces la carga emocional de convivir con alergias es difícil de llevar.
⚠️ Con este post simplemente quiero compartir mi experiencia y recordar que, aunque no se vea, el impacto en nuestra salud mental también cuenta. No es algo de lo que tengamos que avergonzarnos ni algo que debamos minimizar. Es parte del camino y, lo más importante, se puede gestionar con apoyo y la información correcta.
No tengas miedo a las alergias ni te sientas sola. Aquí estoy para compartir lo que he aprendido, y todas juntas podemos apoyarnos. ¡No te olvides de que lo que no se ve también importa! 💪❤️
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