La publicación de hoy no es agradable, pero he sentido la necesidad de hacerla. Podría llamarse terapía de choque o bofetada de realidad... Habrá gente a quien no le guste o no quiera leerla, totalmente comprensible, pero igual que siempre comparto nuestra visión de las alergias creo que como en todo hay que saber lo bueno y lo malo. Las alergias no son una tontería.
Querida mamá que estás al otro lado de la pantalla.
La que se deja el pellejo buscando algo nuevo apto para darle a su hijo, el cual seguramente luego termines comiéndote tú.
La que pasa su tiempo investigando las alergias por su cuenta como si fuera hacer un doctorado.
La que siempre lleva un túper apto cuando sale de casa.
La que comprueba mil veces el bolso antes de salir para comprobar que lleva la adrenalina.
La que llora a escondidas porque se siente sobrepasada y que ya no puede más.
La que busca trazas en todos los productos que entran a su cocina.
La que se lava las manos hasta quedarse sin huellas por si ha tocado algo no apto.
La que siempre está en alerta y nunca baja la guardia.
Querida mamá que estás al otro lado de la pantalla quiero que sepas, que no estas sola.
Hay muchas madres como tú, luchando día a día, conviviendo con las alergias de sus hijos.
Querida mamá que estás al otro lado de la pantalla quiero que sepas que lo estás haciendo GENIAL.
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